Etiopía es uno de los países más fascinante del planeta y uno de los  más antiguos de África.

El único que no ha sido colonizado en el continente africano y que esconde una naturaleza en estado puro, una riqueza étnica única (con tribus en estado puro) y un gran patrimonio arqueológico y cultural.

Etiopía enamora por la amabilidad de sus gentes, la diversidad de sus paisajes (desiertos, volcanes en activo, escarpadas montañas, extensos lagos y bosques frondosos), una fauna con diferentes especies endémicas y  una gastronomía llena de matices.

Viajar a Etiopía es trasladarse a una tierra de sensaciones, descubrir un nuevo mundo y vivir una aventura diaria.

Lo que no te debes perder 

• El norte histórico con las iglesias excavadas en roca de Lalibela, la inmensidad del lago Tana y sus templos escondidos, los castillos de Gondar o Axum, patria de la Reina de Saba.

• El desierto del Danakil. Una de las regiones más inhóspitas del planeta, hogar de la etnia Afar, punto de extracción tradicional de la sal, paisaje surrealista del Dallol y uno de los volcanes en activo en África que puede visitarse.

• La riqueza étnica del Omo Valley. La amplia variedad de tribus del sur. En pocos kilómetros cuadrados se puede visitar y convivir con los Hamer, Mursi, Konso o Dassanech.

• Trekking por las montañas Simien y Bale. Destacan por su paisaje y por disponer de cimas por encima de los 4 mil metros, con fauna y flora endémicas.

• Festividades. Por sus características históricas Etiopia conserva buena parte de unas festividades únicas como la Epifanía o Timkat, Meskel o Irrecha.